:(demà és la Mare de Déu de Montserrat)
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Todo territorio que se ocupa con el fin de habitarlo o utilizarlo como "espacio vital" es previamente transformado de "caos" en "cosmos"; es decir, que por efecto ritual, se le confiere una "forma" que lo covierte en real. (...) Lo real por excelencia es lo sagrado. (...) La Montáña Sagrada - donde se reúnen el cielo y la tierra- se halla en el centro del mundo. (...)
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Los mozos que desfilaban desnudos por las calles de Roma durante las Floralias (27 de abril), o tocaban la mano a las mujeres en ocasión de las Lupercales, con el fin de conjurar la esterilidad de éstas, las libertades permitidas con motivo de la fiesta Holi en toda la India, el libertinaje que erra regla en la Europa central y septentrional cuando se celebraban las fechas de la cosecha, y que tanto dio que hacer a las autoridades eclesiásticas; todas estas manifestaciones tenían también un prototipo suprahumano y tendían a instaurar la fertilidad y la opulencia universales.
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Mircea Eliade, El mito del eterno retorno [1951]. Alianza Ed., Madrid, 2004, pp. 20-21 i 34-35
Foto: all-i-oli (Flickr).:
Molt cert que per les religions, la muntanya és tradicionalment el lloc on s'uneixen el cel i la terra. Aquest mateixa funció la complirien les muntayes creades per l'home: el zigurat babilònic i la piràmide egipcia, que trasllada l'ànima del faraó fins als estels.
ResponEliminaRosa-Isabel
ResponEliminaLa muntanya és un dels símbols d'unitat entre el cel i la terra que més perviu. Encara avui... l'alpinisme (i els seus morts, mira les notícies d'aquests dies), en són una expressió 'moderna'