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dijous, de novembre 04, 2010

Un tal Scruton


Trobo citat en un article recent de Fernando Savater (El País 2.11.2010) una reflexió interessant, d'un tal Roger Scruton, que contraposa a les tesis de Marcuse, ja sabeu, l'intel·lectual utopista del Maig francès. Vindria a dir que l'alliberament de les preteses repressions, en una base més o menys hiperfreudiana, que atribuïm al seixantavuitisme porta, de fet, a nous esclavatges. Scruton sembla que ha estat identificat amb el conservadurisme, però veureu de seguida que, probablement, clama contra els conservadurismes amagats de permissivitat total. Diu Savater que per Marcuse i els seus acòlits...

La utopía revolucionaria será transformar la sociedad para liberar a los individuos, lo que desde luego no estaba en el programa más bien pesimista de Freud. Contra ello escribe ahora Roger Scruton en su libro Usos del pesimismo, que quiere prevenir del peligro de las falsas esperanzas. Opina que el optimismo de los utopistas nunca conoce límites sino solamente obstáculos para sus proyectos, que desdeñan arrolladora y totalitariamente la trama de acuerdos y pactadas reformas para regenerar efectivamente la vida en común. "La ley", dice Scruton, "existe para resolver los conflictos entre seres libres, no para conducirlos a la salvación". Los profetas y herederos del 68 han favorecido con sus esperanzas falaces el avasallamiento de las libertades reales de los ciudadanos en lugar de su potenciación.

En el terreno de la religión, tanto Marcuse como Scruton discrepan de lo que Freud consideró "el futuro de una ilusión". El pensador inglés cree que gracias a ella podemos vernos libres de la fe totalitaria en tiránicos paraísos terrenales, mientras que el alemán dice que allí donde conserva aspiraciones a la paz y la felicidad "sus ilusiones tienen todavía un valor verdadero mayor que la ciencia, que trabaja por su eliminación".
Marcuse consideraba que las llamadas "perversiones" sexuales tienen un valor subversivo porque se rebelan contra el orden represivo que convierte lo normal y lo útil en equivalente de lo bueno. Pero la permisividad oficializada acaba con la subversión y da paso al comercio y al puritanismo como instrumento de lucha partidista. Aquí también gana hoy Scruton por goleada.

Vegeu també el meu post El 68 i Sarkozy

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