-Nuestros prejuicios parecen ir por caminos opuestos -intervino el padre Brown-. Usted perdona que sea moreno de piel porque es brahamánico; y yo disculpo que sea brahamánico porque es moreno de piel. Con franqueza, no me interesan mucho los poderes espirituales. Tengo muchas más simparías por las debilidades espirituales. Pero no comprendo por qué iba a desagradarle a alguien sólo porque tiene el mismo hermoso color que el cobre, o el café, o la cerveza negra, o esos preciosos arroyos de las turberas del norte.
Foto: Pierre Gonnord.
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