Los templos están vacíos,
y los jóvenes no se muetsran preocupados
por aquel exótico más allá
que tanto onbsesiono a sus antepasados.
La vida viaja sola
en su travesía de la oscuridad.
Quizá sea por ceguera,
quizá sea por comodidad,
quizá --simplemente-- sea
porque después de tantos milenios
de lamentaciones sin respuesta
no hay nada que lamentar.
Rafael Argullol, poema "7-VII-2012" al llibre Poema, Ed. Acantilado, Barcelona, 2017, p. 210.
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