¡Pobre Narciso, tú que tenías los dones de la vida
si hubieras aceptado el sacrificio de vivir!
No te mató el amor a ti mismo
sino el terror a lo que se hallaba,
como una amenaza insoportable,
más allá de tu propia piel.
Rafael Argullol, fragment del poema "11-XI-2012" al llibre Poema, Ed. Acantilado, Barcelona, 2017, p. 342.
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