No hay palabra.
No hay luz.
No hay música.
No hay siluetas.
No hay aromas.
No hay colores.
No hay sonidos.
No hay movimiento.
No hay latidos.
No hay respiración.
No hay aire.
Nada hay.
Sólo presencia.
Rafael Argullol, poema "25-VII-2013" al llibre Poema, Ed. Acantilado, Barcelona, 2017, p. 620. Il·lustració: Petjada, d'Antoni Tàpies.
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