Aquests dies de campanya m'han deixar força coses preparades per explicar-vos, algunes troballes. A veure si mica en mica us les vaig proposant. Una d'elles és una entrevista a André Compte-Sponville a El País Semanal (de Milagros Pérez-Oliva) del passat 24 de febrer. El filòsof francès proposa una mena d'espiritualitat laica com a camí cap a la recerca del sentit, més enllà de la banalitat quotidiana que porta, diu, al nihilisme. L'anava llegint, mica en mica, i en trobava els atributs de la religió, d'una banda, i una recerca de plenitud que si no fóssim en aquests temps n'hauríem dit Déu.
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No. No en direm així. És més, Compte, de qui m'ha agradat el que he anat llegint de tant en tant, creu que aquesta espiritualitat hauria de tenir caràcter universal, al marge de les creences de cadascú, i això em sembla molt cristià, en el sentit originari del terme: ja no hi ha jueus ni pagans... diu sant Pau. També em sembla molt cristià posar l'èmfasi en l'home i no pas en la idea abstracta de Déu (Déu s'ha fet home i ha habitat entre nosaltres, ja proclamava sant Joan com una heretgia), més en l'acció que en la teoria, vaja.
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També m'agrada comprovar com hi ha qui, havent estat tan influït pel Maig del 68 i les seves neures, ha sabut no quedar-s'hi ancorat com tants i tants... també a casa nostra. I seguir sent d'esquerres sense dogmatisme, que és del que es tractava. Però callo i deixem que sigui el que n'he subratllat el que parli per si sol. Disculpeu l'extensió.
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Un nihilista es eso: alguien al que no le interesa nada más que su pequeña trivialidad, sea el sexo, el dinero, el lujo. (...) Combatir a Bin Laden o al Opus Dei con las posiciones de una sociedad como la que describe Houellebecq nos lleva al desastre.:No se trata de inventar una nueva moral, sino de transmitir la moral que hemos recibido y que se ha ido elaborando a lo largo de milenios.:Yo cuando leo los evangelios, estoy de acuerdo en lo esencial con sus postulados morales, igual que cuando leo a Platón, Aristóteles, Epicuro o a los estoicos. Lo que sería una pena es que, por el hecho de no creer en Dios, como es mi caso, prescindamos de esa herencia.:En mi época universitaria se consideraba que la religión era una vieja luna que se había dejado atrás. Cuarenta años después, la vieja luna sigue ahí.:Para mí el adversario no es la religión. Que la gente crea o no en Dios, a mí no me molesta en absoluto (...). Los adversarios son el fanatismo y el nihilismo. Y es muy importante no equivocarse de adversario, porque si se lucha contra la religión en general, se está metiendo a todos los creyentes en el mismo saco que los fanáticos, que es lo que quieren estos últimos, obviamente.:Soy (...) un humanista convencido de que, dado que no existe un Dios, la humanidad es lo más preciado que tenemos y hay que preservarla a pesar de sus debilidades.:En Francia, curiosamente, tenemos la idea de que ser de izquierdas es estar a favor del Estado, y ser de derechas, a favor del mercado. Pero, ¡ojo!, si el mercado favorece a los pobres más que el Estado, ser de izquierdas es estar a favor del mercado.:(...) La economía de mercado (...) aunque sea fantástica para crear riqueza, nunca ha sido suficiente para crear una civilización, ni siquiera para crear una sociedad que sea humanamente aceptable.:El camino hacia la felicidad es el camino de la acción, del amor.:Uno puede estar enamorado, querer a sus amigos, a sus padres, pero creo que el amor más fuerte es el que sentimos por nuestros hijos, el único que es incondicional. Y desde este punto de vista, que Dios sea padre en la tradición cristiana no es una casualidad, aunque en mi opinión, si hubiera sido madre, habría sido aún mejor. Pero no hay nada como el amor por el hijo, y creo que la humanidad debe su supervivencia a cinco mil años de amor maternal.
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Foto: Eric Bouvet
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Estoy de acuerdo con el, lo que pasa es que la mayoría de las religiones predican demasiados dogmas, cuando todo se reduce a una sola palabra "AMOR".
ResponEliminaTodo lo demás paja.
- Ildefonso,
ResponEliminaYa lo dicen, o amor o paja :)
Fuera de bromas, tienes razón (ya dice san Agustín, "ama y haz lo que quieras"), pero todos sabemos que eso tan sencillo a veces es muy complicado.
La verdad es que me he leído la entrevista y estoy bastante de acuerdo con esta persona pero tu afirmas "i una recerca de plenitud que si no fóssim en aquests temps n'hauríem dit Déu.", y él, lo diferencia bastante. Qué no hace falta ningún Dios ni creer, ya que es ateo, para tener una moral, etc.
ResponEliminaTampoco es nada nuevo, de hecho como buen filósofo, cita a algunos. Solo que hay valores que la religión tiene, que no son contrarios a no creer, todo lo contrario y no se debe, prescindir de ellos.
Otra cosa, es de donde viene mucha de la filosofía cristiana, por qué supongo que sabes, que se basa en otras religiones más antiguas que a su vez son mezclas de filosofías, etc.
En fin, Un saludo
- Napoleón,
ResponEliminaClaro... lo que ocurre, creo, es que la palabra 'Dios' despararece del diccionario moderno. Y entonces tenemos que hacer ciertos vericuetos intelectuales para llegar ahí mismo.
Ramon: sí, no está mal el comentario sobre el nihilismo que hace este señor. Creo que es el problema fundamental de nuestra época. Camus hablaba en "Las cartas a un amigo alemán" acerca del protagonismo de esa enfermedad moral en el período de entreguerras y antes (hablo de memoria). Y muy bueno el comentario de C-S sobre lo que es ser de izquierdas, cuando habla del binomio estado-mercado. Porque en efecto, la izquierda creo que es básicamente eso, la defensa del pobre. El laicismo radical y su caricatura el anticlericalismo, la defensa del aborto, la subvención a los artistas (apesebrados), el antioccidentalismo (y por tanto el anticapitalismo)... en todo eso no veo dónde está la izquierda. Creo (pero me suelo equivocar) que postular eso es cosa de progres, o de radicales, más que de personas de izquierdas (aunque a veces se puede ser progre y de izquierdas, aunque yo cada vez lo dudo más). Una última cosa: la economía de mercado (o el capitalismo, que no es lo mismo, pero es igual) es la suprema conquista de Occidente en términos de organización social, tal como yo lo veo. Es el capitalismo, intervenido por una sabia y razonable redistribución estatal, lo que garantiza el bienestar material de una sociedad. Precisamente, la pobreza se da donde no hay economía de mercado, sino relaciones de producción (uso esa horrible expresión marxista) precapitalistas o no capitalistas, sea en África, Asia o incluso en ciertas partes de la América hispana. Un saludo cordial. XC
ResponEliminaXC,
ResponEliminaSí. Ho he intentat explicar a partir d'aquesta cita. Però també és cert que l'economia de mercat no resol sola les prioritats que té l'esquerra: la redistribució, la creativitat -q no sempre es mesura en termes d'èxit comercial-, etc.
Ramon. No sé por qué ligas la creatividad con la izquierda. No sé ver la relación. Y es cierto, la calidad nada tiene que ver con el éxito comercial, pero créeme si te digo que cualquier artista que valga algo acaba siendo valorado por el mercado (aunque éste también valora cosas que acaso no valgan dos reales). Lo que no suele ser bueno es lo que se suele considerar "bueno" y para sobrevivir debe recurrir a los fondos públicos. Además, puestos a ser quisquillosos, tan arbitrario es decir que algo es bueno porque un político lo decida como porque el "mercado" así lo haga. Cuando menos, lo segundo es más democrático. Y desde luego, más barato. Un saludo desde la admiración. XC
ResponElimina- XC
ResponEliminaEl que fa un polític no és bo, en tot cas legítim si té la majoria. Aquesta és la diferència.