La transformación de las relaciones sociales fue espectacular. Se derrumbaron jerarquías rígidas, heredadas del pasado, entre hombres y mujeres, viejos y jóvenes, notables y plebeyos; jerarquías que ya eran injustificables en aquel momento.
(...) Mientras que en el terreno social soplaban vientos de liberación, los discursos políticos alentaban el dogmatismo y ensalzaban (con frecuencia sin saberlo) la dictadura. Para alguien como yo, que venía de un país del "socialismo real", parecían además descansar sobre una visión de la sociedad totalmente quimérica.
(...) Los programas políticos de los partidos suelen dividirse en dos grandes grupos. Unos prometen la salvación. Consideran que en el mundo terrenal impera el mal y que hay que destruir el mundo y reemplazarlo por otro donde todo funcione mejor. Los otros, se conforman con proponer medidas de adaptación y de acomodamiento. Reconocen que el mundo que nos rodea no es perfecto, por lo que hay que emprender reformas, pero también que debemos rebajar nuestras expectativas.
Los discursos políticos del 68 formaban parte claramente de la primera categoría. (...). Sin embargo, algunos años más tarde, el proyecto de transformación radical y violento de la sociedad ha renacido bajo otra forma, en el seno de una doctrina erróneamente llamada neo-conservadurismo (se trata en realidad de neorevolucionarios). La única diferencia es que, esta vez, no se ha querido salvar al propio país, sino a un país extranjero.
(...) La revolución permanente, ensalzada en el pasado por los izquierdistas de mayo del 68 (aún me acuerdo de los discursos incendiarios que pronunciaba André Glucksmann, jefe de los maoístas, en la facultad de Vincennes) ha cambiado de objeto, pero no de naturaleza: se sigue reclamando la destrucción del enemigo. Y, muchas veces, por parte de los mismos que en 1968.
Pues si tenemos como afirmas casos elocuentes, di quienes. A ver si coincidimos.
ResponEliminaUn saludo
Para empezar, todos esos comunistas y trotskistas que hoy están en el PP. Pero hay más.
ResponEliminaCuenta, cuenta...
ResponEliminaSiempre creí que del mayo del 68 emanó una nueva clase de progres.
Después te digo los casos elocuentes que encuentro.
Un saludo
- Napoleón,
ResponEliminaNada, ya he dicho; tampoco tengo intención de hacer listas...
Qué cosas, el Presidente Francés que quiere acabar con la herencia del 68 y tu compañera socialista que perdió las elecciones pasadas, apelando toda la campaña al mayo del 68. Se ve que está anclada.
ResponEliminaA lo mejor debemos explicar que significó en este país el mayo del 68, en la transición. O en tu propio partido cuantos se miran en aquel espejismo, que tan escuetamente, resumes.
Tú de joven fuiste anarquista o tonteaste un poco?
Y el psoe en la dicotomía que propone el autor, donde se encuentra. En el primer ejemploo en el segundo?
Un saludo
- Napoleón,
ResponEliminaLa herencia es muy transversal y hay de todo en todas partes, evidentemente. Creo que situarse lejos de posiciones maximalistas y optar por las reformistas es mucho mejor siempre. En fin...
Posiciones reformistas encaminadas hacia:
ResponElimina- "Pos progres"
o
- "Pos Burgueses"
;-)
Sí. los del 68 fueron muy maximalistas, pero no tenían otra opción.
Un saludo
- Napoleón,
ResponEliminaPrecisamente el ejemplo que pongo en ese post y el anterior es que sí hay más opciones.