Els claretians dediquen el seu simposi anual d'enguany, el 28 de ma´ç proper, a parlar sobre la relació entre la religió i la societat actual (diu modernes però jo quasi diria postmodernes), centrant-ho en la qüestió de la laïcitat (i el laïcisme), un dels debats més actuals i sovint tractats de forma estúpida. Val la pena que s'hi pensi reposadament. Algunes iniciatives legislatives i altres qüestions, com les posicions del Papa actual al respecte, porten, com diu el provincial claretià Màxim Muñoz al programa de mà, a "la difícil conjugació, en les societats i els estats “moderns”, entre l’“aconfessionalitat” o “laïcitat” de l’Estat i el respecte per les conviccions religioses, i la qüestió si les conviccions religioses i les institucions religioses han de quedar-se en l’estricta intimitat o tenen una rellevància en l’àmbit social".
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I afegeix: "En el fons batega una pregunta encara més profunda: la religió, també la instituïda, és un bé per a la societat de forma que, a més de ser tolerada, ha de ser promoguda en l’esfera pública?". Per parlar de tot això han convidat persones que en saben molt. Com el professor Marciano Vidal, els meus companys Carlos García de Andoín i Jordi López [L'he citat alguna vegada], potser les veus més qualificades del socialisme espanyol en aquests temes i que porten darrera seu un pòsit de reflexió molt interessant. Carles Armengol, de les Escoles Cristianes, el pedagog expert en salut Marcel·lí Carreras i el periodista Oriol Domingo completen aquest atractiu programa.
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Per conèixer el programa premeu aquí, us podeu inscriure aquí i les dades de caràcter general són aquí.
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http://elintegrismoespecado.blogspot.com/
ResponEliminaII. La revista "Cristiandad" del P. Orlandis
La semana pasada ofrecíamos una primera entrega de los primeros pasos del integrismo en Cataluña,después de la Guerra Civil.
El clima imperante era el de la Cristiandad total. Pero, a pesar de este clima, nacieron grupos netamente integristas en Barcelona, como la revista Cristiandad (1944), que era el órgano de expresión de la Escuela Cordis Iesu, fundada por el jesuita Ramón Orlandis. Pretendía “restaurar y promover la verdadera civilización cristiana” que por lo visto no era la de Franco. Vale la pena reproducir el homenaje que le brindó Germinans recientemente, con motivo del cincuentenario de su fallecimiento:
“Desde Germinans y en espíritu de gratitud hacia el Señor elevamos nuestro
homenaje al P. Orlandis y a todos los continuadores de su obra, por todas las
semillas de unidad, verdad, bondad y belleza que su Amor ha ido sembrando en los
surcos de nuestra realidad”.
Pues bien, la mayoría de los seguidores y autores de la revista Cristiandad eran laicos y su mentor José Oriol Cuffí Canadell, fanático antijudío. Éste en 1958 se escindió de Cristiandad y fundó El Cruzado Español que desapareció en 1981. Era órgano de la extrema derecha religiosa y política. Cristiandad, que dejó de publicarse durante décadas, hace unos años que reaparece irregularmente con la misma línea integrista y anticatalanista, bajo la batuta del catedrático de filosofía Francisco Canals. La entidad Cordis Iesu está ubicada en el edificio de la Balmesiana gracias a la benevolencia del anciano jesuita integrista padre Suñer.
Con la irrupción súbita del Concilio Vaticano II, y las reformas que promovió, el integrismo, atónito y aterrido, reunió a un grupo de sacerdotes diocesanos en la Hermandad Sacerdotal San Antonio María Claret, para frenar el avance del progresismo, entonces en alza, y oponerse, sin muchas estridencias, al Concilio Vaticano II, pero atacando no a Roma sino a los que, según ellos, rozaban o entraban en la heterodoxia. La presidió el jesuita J. M. Alba y entre sus dirigentes estaban mosén Bachs, oficial del ejército franquista, el jesuita Jaume Piulachs y mosén Josep Ricart Torrents, ideólogo del grupo y especialista en misiones populares. Estaba en contacto con la policía para denunciar, según hizo en un documento anónimo, a los clérigos que él consideraba antifranquistas (Batlles, Casimir Martí, Muñoz Alarcón, Bigordà, Dalmau, Rovira Belloso, incluso Rogeli Duocastella, fundador de un instituto de sociología religiosa). Ricart, de origen carlista (no de Ricard M. Carles, sino del partido político) publicó una biografía de Sardà y Salvany, el de El liberalismo es pecado (1884) y Un obispo de antes del Concilio (1973), hagiografía del obispo Irurita, de corte netamente integrista.
Dos francotiradores jesuitas, adalides del integrismo, fueron Alejando Rey Stolle, aragonés que firmaba como Adro Xavier, y que en su obra Aproximación a la historia de España niega la realidad de una Cataluña milenaria. José María Alba, discípulo de Piulachs, se especializó en ejercicios espirituales y fue consiliario de los Taxistas Católicos y fundó en Sentmenat un seminario integrista de donde han salido vocaciones contemplativas o activas de ambos sexos. Durante el franquismo se vinculó con los Guerrilleros de Cristo Rey que asaltaron el Casal de Montserrat y el CICF (Centre d’Influència Catòlica Femenina), y reventaron la conferencia del francés Louis Evély.
Residualmente hay que mentar a integristas filolefevrianos, como mosén Josep Mariné Jorba, párroco retirado de la parroquia barcelonesa de Sant Cugat del Rec, que ha celebrado misa en latín en una iglesuela de la calle Laforja, o mosén Pedro Muñoz Iranzo, quien es el consiliario, sin control, de unas monjas filolefevrianas que tienen el monasterio en Argentona.
Otro foco de integrismo y de política de extrema derecha fue la Parroquia de San Félix Africano, de Barcelona, donde oficiaban Muñoz Iranzo, Mariné, Ricart Torrents e incluso el conocido padre Apeles. Durante años allí se celebraban las misas en memoria de Hitler, Mussolini y Franco.
Continuará (…)
Publicado por A. De Foguera Alta en 16:39:00
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- Anònim,
ResponEliminaCaram, quanta informació. Sort!