diumenge, de març 27, 2005

El vestit de diumenge

angelsalzillo
Francisco Salzillo, Oració de l'Hort (fragment, 1754), Museu Salzillo (Múrcia).
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"Llavors entrà també l'altre deixeble que havia arribat primer al sepulcre, ho veié i cregué. Fins aquell moment encara no havien entès que, segons les Escriptures, Jesús havia de ressuscitar d'entre els morts" (Joan 20, 8-9).
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El supermercat espiritual
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Amb aquest títol -extret de Peter Berger- escriu avui un interessantíssim article el professor Ferran Sàez a La Vanguardia. La teoria és que, enlloc d'una societat secularitzada com somniaven els il·lustrats, ens trobem en una societat a la recerca de satisfacció de les seves necesitats espirituals, per a les quals les manifestacins tradicionals (descotextualitzades i extretes del seu sentit) són òbviament superades, i competeixen sense massa èxit amb els telèfons del tarot, el new age i coses d'aquestes. És una tesi que també sostinc -i que alguna vegada he expressat en aquest blog- però que Sàez explica molt millor que jo, és clar. Malgrat que, a rel de les processons de Setmana Santa, sospito que hi ha termes mitjos malgrat que, certament, fràgils. En tot cas, us n'extrec alguns fragments (els links i les negretes són meus):
  • "En el prólogo de sus Pagine ebraiche, (...) [Arnaldo Momigliano], evoca la atmósfera familiar durante la minuciosa preparación del Sabath. No se limita a describir una colección de rituales. Tampoco pretende expresar o compartir su experiencia religiosa, ni mucho menos teorizar sobre el judaísmo de la diáspora u otras cosas por el estilo. Lo que sorprende de ese breve texto es la coherencia y la unidad en la que son ubicados aspectos tan diversos como un precepto alimentario, una emoción por lo sagrado, un sentimiento puramente estético o una costumbre ancestral relacionada con una determinada identidad. En nuestros días, esa unidad parece haberse disgregado de una manera irreversible. Los elementos heterogéneos que la conforman, en cambio, no sólo no han menguado sino que, por separado, crecen y prosperan -eso sí: caótica y desbocadamente- en los contextos más insólitos."
  • "Esa desubicación o dislocación es típicamente postmoderna y va mucho más allá del ámbito religioso. La Inmaculada Concepción ha pasado de ser un dogma para transformarse en un puente. Ontológicamente, la transmutación es vertiginosa. ¿Laicización, secularización? Esa conclusión, en apariencia tan obvia, es en realidad engañosa. (...). Es probable que, en toda la historia de la humanidad, ninguna generación haya visitado tantos y tan variados templos como en la actualidad."
  • "¿Significa eso que lo espiritual está de capa caída? ¡Todo lo contrario! Jamás se había apelado tanto como ahora a esa noción, hasta el punto de haberla devastado semánticamente. Incluso han vuelto los rituales alimentarios más estrictos en forma de sacralización de los productos macrobióticos (es significativo que lo esotérico y lo integral se encuentren tan cerca en las estanterías de las tiendas new age).Y, por supuesto, no hay ningún otro momento en la historia de Occidente donde se hayan escuchado tantas cantatas, oratorios y motetes de carácter religioso como ahora. No perdamos de vista que a mediados de los 90, los austeros monjes de Silos competían con Madonna y Prince en el top ten."
  • "Nos hallamos más bien ante la descontextualización y la pérdida de unidad -y, por tanto, de sentido original- de esas manifestaciones, pero en ningún caso ante un verdadero proceso de secularización".
  • "Joan Estruch afirma que "hemos interpretado muchas veces como secularización lo que no era -no es- sino una metamorfosis de la religión de nuestro tiempo". Hay cada vez más personas que se alejan de la ritualidad de su propia tradición religiosa, pero no, en términos absolutos, del apego genérico a la idea misma de ritualidad, o a la cercanía de símbolos religiosos o pararreligiosos (casi nunca reconocidos o asumidos como tales). Muchos clubs de fútbol reciben cada año peticiones para que las cenizas de ciertos aficionados puedan ser depositadas al lado de la portería, mientras suena -¿solemne, sagrado?- el himno de su equipo de toda la vida (y de toda la muerte)."
  • "Las catedrales y los ateneos están hoy preocupantemente poco concurridos. ¿Dónde ha ido a parar toda esa gente, pues? ¿Dónde están? Los encontraremos consultando a nigromantes por teléfono, encendiendo velitas de colores para neutralizar las energías negativas,esperando el mensaje de los ovnis, haciendo meditación trascendental, leyendo el horóscopo o curándose gracias a los poderes de las gemas".
  • "Ante una situación como la descrita caben muchas opciones. Algunas son maximalistas y más o menos impracticables -volver colectivamente a la religión, pero con todas y cada una de sus consecuencias; o bien abandonarla radicalmente-. Otras parecen más sensatas: por ejemplo, hacer de la laicidad un marco abierto y plural, en el que tenga cabida armónica el sentimiento religioso experimentado por tantas personas. Otras son directamente una apuesta por la confusión (...). Otras, finalmente, prefieren ir directamente a la raíz del asunto, que es quizás de lo que se trata. [Vegi's] El culte a l'emoció, de Michel Lacroix."
  • "[Segons] Lacroix (...) las cada vez más frecuentes movilizaciones emocionales -desde la muerte de lady Di hasta la celebración de una victoria deportiva- sólo son una respuesta agónica a sentimentos colectivos de disgregación y de desorientación, que hallan por fin algo en común, aunque a menudo sea trivial, absurdo o extemporáneo. Una especie de falso relleno contra el Gran Vacío posmodermo".
  • "Segundo: la pulsión hacia lo espiritual no es compatible con la reticencia a admirar (...). Mientras, atónitos, mantengamos esa obnubilación por las chucherías y los sucedáneos del supermercado espiritual, seremos incapaces de admirar, e incluso de mirar, lo que nos rodea."

:Setmana Santa (i VII)
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"- Mucho tiempo he tenido un cuerpo triste,
el traje de trabajo humano: ahora
voy estrenando el traje del domingo
que todos llevarán, resucitados".

  • José Mª Valverde, Poesías reunidas. Ed. Lumen, Barcelona, 1990, p. 135.

Bona Pasqua!

2 comentaris:

Anònim ha dit...

Bona Pasqua!!

Un molt bon seguiment de la Setmana Santa es el que puc veure al teu blog. Felicitats!

He passat aquests dies a Sarral, un poble de la Conca de Barberà. Feia temps que no hi era una Setmana Santa en aquell indret. I vull compartir un parell d'experiències:

Primer de tot, l'experiència de ser present a la celebració del Dijous Sant i a una processó del vespre de divendres Sant. Viure-ho en una comunitat que no n'és la meva habitual, em fa adonar que siguis on siguis hi ha un espai, si vols, per a viure allò que uneix els cristians en aquestes dates: El record present que Jesús morir i ressucitar per tots nosaltres. Viure una de les processons també va ser una experiència íntima i compartida amb la comunitat del poble.


I en segon lloc, el canvi que ha fet l'església del poble. Em refereixo a l'edifici. Fa pocs anys s'ha incorporat un nou rector, jove, que s'ha implicat a fons i ha fet participar els feligresos en la remodelació interior del temple i en rehabilitacions estructurals necessàries. Val la pena veure'n el resultat final, sobretot si es compara amb el punt de partença.

Bona Pasqua!

Ramon Bassas ha dit...

Marc,

Me n'alegro molt per tot. Jo també crec que per Setmana Santa és mol bo pensar més en el que ens uneix que no en el que ens diferencia. I no tan sols entre els cristians.

Recordo que ja fa anys, molts anys, vaig arribar a la conclusió que un dia o altre faria falta algun canvi, en aquella església de Sarral... bé, veig que arriba i això té molt de mèrit.

Bona Pasqua, doncs.