-¡No diga nada! ¡No diga nada!- gritó el zapatero ateo en una exagerada demostración de su admiración extasiada del sisetma legal inglés, pues no hay nadie más legalista que un laicista.
G.K. Chesterton, Los relatos del Padre Brown, trad. M. Temprano, Ed. Acantilado, Barcelona, 2008, p. 195.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada