divendres, d’octubre 29, 2004

Puc escriure els versos més dolços aquesta nit

Ahir al vespre, sortint del Ple, els amics del Dimarts del Llimoner ens conviden a un sopar-recital de Veinte poemas de amor y una canción desesperada, de Pablo Neruda. Hi acudeixo amb l'Alcalde, i em trobo vells amics i coneguts. En Manel Patricio comenta cada poema, que són recitats per Carlos Soriano i Lluís Juvinyà. Quin contrast amb el Ple!
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Ha estat una vetllada molt agradable, un sopar fantàstic al restaurant Poema XV (precisament en honor a un dels poemes del llibre). Però us deixo amb la cançó desesperada:
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Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos"

El viento de la noche gira en el cielo y canta

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
¡La besé tantas veces bajo el cielo infinito! .
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
¡Como no haber amado sus grandes ojos fijos! .
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido,
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise!
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta, la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

1 comentari:

Ramon Bassas ha dit...

Bé, jo de moment utilitzo el nom popular anglès, bo i que segurament és bo que l'anem catalanitzant.
Gràcies a tu.
Els palaus de vidre tenen l'avantatge que els de fora veuen tot el que passa dins. Però tens raó, cal trepitjar el terreny, explicar-te i, sobretot, escoltar.
Espero, però, que Internet no allunyi sinó que aproximi. També hi ha palaus de vidre virtual.
Gràcies de nou.