divendres, de juny 03, 2011

Contra el narcisisme, amb el món

Me dio la impresión de que la izquierda -nuestra izquierda- es incapaz de gestionar la realidad y de comprometerse con causas imperfectas. Es demasiado platónica (con frecuencia creo que la izquierda en España es muchísimo más religiosa que la derecha... aunque no sepa muy bien a qué dioses reza). A nuestra izquierda lo que le mola son los grandes ideales y si no los encuentra en la práctica, desprecia la práctica. Cuando se hablaba de la gestión del la izquierda española, de Lucas alegaba que aquí no nos ha gobernado la izquierda, porque el PSOE, por lo visto, no lo es. O sea que la izquierda no es de este mundo. Pero sí paredce situarse contra el mundo. Lilla esbozó la idea de que la izquierda se había vuelto reaccionaria, porque se limitaba a impugnar lo existente reclamando soluciones del pasado. Donald Sassoon y Ivan Krastev parecieron darle la razón.

Tengo la impresión de que para gobernar uno tiene que saber convivir con la decepción, y la izquierda, en general, es demasiado narcisista para aceptarlo.
 
Gregorio Luri, fragment d'un post al seu bloc sobre aquest acte. Foto: Mark Lilla.