Ibn Arabi decía: después de la posesión de la mujer hay que lavarse, porque ha habido inmersión en Dios.
Guido Ceronetti, El silencio del cuerpo, Ed. Acantilado, Barcelona, 2006, pàg. 208.
Guido Ceronetti, El silencio del cuerpo, Ed. Acantilado, Barcelona, 2006, pàg. 208.
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