dissabte, de juny 09, 2018

Risc


Después del amor de los dioses
--o de los hombres
que creen que han amado como ellos--
viene el ocaso divino,
la aniquilación sin paliativos.
Se hunden los recuerdos,
las imágenes, las miradas,
se hunden las horas
que parecían destinadas a la eternidad.
ya no queda nada. nada.
Ésas son las reglas del juego.
Los jugadores arriesgados deben saberlo.

Rafael Argullol, poema "13-IV-2012" al llibre Poema, Ed. Acantilado, Barcelona, 2017, p. 120.
Foto: El rapte de Prosèrpina, fragment, de Gian Lorenzo Bernini (1621-1622). Galleria Borghese, Roma.