Los envidiosos y los resentidos
me preocuparon al principio;
sin embargo, tras trabajar con denuedo,
¿qué placer, ahora
oír el roce de su piel de serpiente
contra el fango!
Rafael Argullol, poema "22-II-2012" al llibre Poema, Ed. Acantilado, Barcelona, 2017, p. 50.
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