Cuanto mayor es la decepción
mayor debe ser
la confianza en nuetsras fuerzas.
Si alguien nos decepciona,
alguien a quien habíamos colmado
con regalos y esperanzas,
alguien a quien dimos todo
a cambio de nada,
si alguien así nos decepciona,
no es el momento de lamentarse
sino de mimar nuetsro amor propio.
Hicimos lo que pudimos y debimos,
y tenemos que ponernos
en disposición de repetirlo,
sin miedo al fracaso.
Rafael Argullol, fragment del poema "3-III-2012" al llibre Poema, Ed. Acantilado, Barcelona, 2017, p. 76.
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