dilluns, de desembre 22, 2014

Lloar i menysprear



Un hombre al que se le alaba es un hombre al que se le encadena.

La máxima más difícil de aplicar es la de Piké Aboth: "No despreciar a nadie"


Guido Ceronetti, El silencio del cuerpoEd. Acantilado, Barcelona, 2006, p. 60.