A lo largo del barroco los Cristos resucitados ven como sus taparrabos van achicándose y resbalando peligrosamente por sus caderas, y en esta cachonda competencia las ultrarrealistas, policromadas y brillantes tallas del Arte Sacro español se llevan la palma.
Foto: Greco, Crist ressuscitat (1595-1598), Museo Hospital de Tavera (Toledo)
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