Los periódicos están llenos de sacrificios humanos: los enlatan, los hacen aceptables―crímenes, accidentes, guerras―para sus lectores; en cierto sentido, los ritualizan, los disciplinan. (...) ¿Que está abolida la pena de muerte? (...) La crónica de sucesos es un boletín de ejecución. (...) ¡Cuánto se mata para cubrir el vacío dejado en las civilizaciones modernas por el animal que expiaba las culpas humanas!
Guido Ceronetti, El silencio del cuerpo, Ed. Acantilado, Barcelona, 2006, p. 96.
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