Amb interès he llegit l'article que publica El Socialista (òrgan oficial del PSOE) de Carlos García de Andoaín, regidor socialista a Sestao, antic col·laborador del bisbe de Bilbao, ara president de la Conferència Epscopal Espanyola, i ara portaveu d'un grup de militants socialistes que són cristians i que pretenen reflexionar sobre el paper de la religió en els afers públics i, concretament, en les propostes polítiques dels socialistes. García de Andoaín, que dilluns serà a Barcelona en un acte, titula l'article "La religión, asunto privado?", i en destaco aquests fragments (la negreta és meva):
- "Las últimas horas de Juan Pablo II rozaron la telerealidad (...) Sin embargo la enfermedad televisada tuvo un valor: colocó en el centro de la mirada pública el declinar de la vida natural, la muerte, tan real como invisible, en una cultura que la esconde en ambulancias blancas, como canta J. Sabina. (...) Los que seguimos discrepando del sistema gerontocrático que gobierna la Iglesia pudimos ser testigos, no obstante, de un valor, la coherencia de una trayectoria vital, el tipo murió con las botas puestas".
- "Hay quienes magnifican y quienes mitigan la influencia de Juan Pablo II en los grandes acontecimientos políticos del último cuarto del siglo XX. (...) Se ha empeñado a fondo también en la acción preventiva de la religión ante el choque de civilizaciones. (...) Ha realizado un reconocimiento de trascendencia histórica hacia los judíos, ha rechazado la guerra del occidente cristiano contra países del Islam, ha sido el primer papa que ha entrado en una mezquita, ha subrayado el origen común de las religiones abrahámicas, ha promovido los encuentros multireligiosos por la paz y ha impulsado el diálogo con la Iglesia ortodoxa. (...) Tampoco se discute que en Juan Pablo II la religión ha sido un asunto público".
- "El muro de la modernidad que artificiosamente asignaba a la política el espacio público y a la religión el confín de lo privado, ha sufrido un serio boquete si es que no ha sido ya definitivamente derribado. Los agentes políticos han de elaborar análisis más complejos y políticas más elaboradas hacia la religión en el marco de la laicidad democrática".
- "Benedicto XVI, la víspera de ser elegido papa habló con tono negativo de los 'ismos' que han zarandeado la fe de los cristianos (...) A modo de sugerencia dos cosas. Primera hay importantes avances en bien común y derechos humanos debidos a los 'ismos'. Segunda, olvida el principal competidor del cristianismo, el neocapitalismo. El capitalismo hoy tiene pretensión religiosa (...). Vende no sólo bienes sino realidad y sentido (...) Las marcas son las nuevas divinidades. Proporcionan identidad personal y libertad, otorgan felicidad. Reconocen a la persona en su individualidad y singularidad. Transforman el mundo y lo hacen más ecológico, entrañable o solidario. La realidad producida por este nuevo capitalismo se caracteriza por la negación de la realidad real. No hay explotación, ni dolor, no hay sufrimiento, ni muerte. No hay tampoco responsabilidad, ni culpa. Ni siquiera suciedad. Tampoco hay historia, sólo presente que se hace futurible o que revive el pasado como un sueño limpio, transparente, plácido".
- "Si Benedicto XVI quiere impulsar la fe cristiana en Europa habrá de afrontar con hondura la crítica al capitalismo que se ha erigido con propiedad en el productor y proveedor del estilo de vida de nuestro tiempo".
- "Entre tanto es útil quedarse con algunos fragmentos del coloquio entre J. Ratzinger y el padre de la Teología Política europea, J. B. Metz. Mientras éste le decía que "el Dios del mensaje eclesial o es un tema de la humanidad o no es un tema en absoluto" aquel le contesta aquello en lo que coincide con él: "la necesidad de tomar conciencia de la impresionante realidad del sufrimiento y de la injusticia en este mundo, porque llega a golpearnos tanto la falta de justicia que parece que no hay Dios".
"Qüestió religiosa, qüestió política". Centre Passatge (passatge Mercader, 13. Barcelona). Dia 6 de juny, 19.30 h
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