dimarts, d’agost 21, 2012

L'última esperança - #nitsdagost - XXI


Nadie puede ser bueno de verdad hasta que descubre lo malo que es, o podría llegar a ser; hasta que repara que no tiene derecho a hablar con tanto esnobismo y desdén sobre los criminales, como si fueran simios en un bosque a quince mil kilómetros de distancia; hasta que se libra de todos esos engaños sobre los tipos inferiores y los cráneos defectuosos; hasta que elimina de su alma la última gota de aceite de los fariseos; hasta que su última esperanza es de un modo u otro haber capturado a un criminal y dejarlo, sano y salvo, bajo su protección.

G.K. Chesterton, Los relatos del Padre Brown, trad. M. Temprano, Ed. Acantilado, Barcelona, 2008, p. 723.

2 comentaris:

Jordi Morrós Ribera ha dit...

Aquest post d'avui m'ha recordat aquesta notícia que es veu que està provocant molt debat a Bèlgica.

http://elnouburxeta.blogspot.com.es/2012/08/cristians-perseguits.html

A vegades sembla que hi hagi una necessitat malatissa de volcar tots els mals esperits sobre persones que se les identifica com a culpables i perverses de per vida.

Ramon Bassas ha dit...

Jordi
Gràcies per la referència. No la coneixia. (Suposo que 300.000 euros mensuals deu ser un error...)
Una abraçada!